¿Quién miente?

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miércoles, 2 de diciembre de 2009

LOS POLICIAS TAMBIEN PUEDEN SER PARRICIDAS


POLICÍA ASESINO A SU MENOR HIJO

Siendo las 8.15 de la mañana del día 11 de los corrientes, una noticia estremecio la provincia de Moyobamba, por que no decirlo al departamento de San Martín, cuando en las instalaciones del Hospital ESSALUD se escucharon dos disparos de arma de fuego que cegaron las vidas de un efectivo policial y de su menor hijo. Pese al hermetismo policial se conocio de fuentes fidedignas, que minutos antes del hecho de sangre el PNP Rene Apolo Bernal Abbuada (50), pidio permiso a sus superiores para encargarse del traslado de su hijo Frank Pool Bernal Padilla (15) aun centro de rehabilitaciòn de la Costa; al constituirse al nosocomio pidió a los Médicos de Turno y personal de enfermería que lo dejen a solas con su hijo, quien debido a la crisis del abuso de sustancias prohibidas, habia tenido que ser atado de manos a la cama; al quedar solo padre e hijo se escucho una fuerte discusión entre ambos, para luego resonar en el ambiente de la sala Nº 113 dos estruendos de disparos de arma de fuego, por lo que el personal medico ingresó raudamente al ambien encontrando al PNP tendido en el suelo en medio de un charco de sangre y al menor sin vida en la cama; familiares cercanos dijeron que en el domicilio del occiso se encontró una nota dirigida a su esposa, en la que pedia perdón por lo que tenía pensado cometer.


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Para ser el autor de un parricidio no siempre debe debe haber una falta de educación o tener algun desbalance psicológico, cualquier persona puede llegar a cometer tal brutalidad. Llegar comprender el hecho de asesinar a alguien por cuyas venas corre su misma sangre es difícil, ya que sin importar cuales sean las razones el ser humano es un ser racional que tiene el poder de autoconrolarse para llegar a evitar estos desastres, que no sólo influyen negativamente en una familia sino que muchas veces también repercute en toda una comunidad creando un ambiente de inseguridad y miedo.

Elaborado por Eduardo Zavaleta

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