Bien es cierto que el parricidio sólo ocupa un bajo porcentaje en el total de homicidios pero es uno de los más preocupantes debido a que la persona que comete este crímen no está en su sano juicio.
Se sabe que comete parricidio aquél que conociendo los vínculos que los unen, mata a su padre, madre, hijo o conyugue.
Se puede caracterizar psiquiátricamente a los parricidas como aquel joven o adulto que tiene una patología psicótica debido al consumo de drogas y/o alcohol, el joven gravemente maltratado, el joven gravemente enfermo mental, y el joven peligrosamente antisocial.
Generalmente todos estos perfiles de los jóvenes que se podrían convertir en parricidas potenciales son producto de la sociedad, entonces si en el Perú existen estos tipos de crímenes quiere decir que el ambiente peruano no es el adecuado. El Estado como ente superior tiene que mejorar esos aspectos, por el bien de todos los jóvenes nacidos en el Perú y dispuestos a tener una vida saludable en la tierra donde nacieron.
Tal vez así se puede lograr cambiar la idiosincrasia peruana y ser un país socialmente desarrollado.
Elaborado por Juan José Burga Novoa
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Si bien es cierto, las personas con este tipo de perfiles suelen ser los que cometen este crimen. Pero aquí ya se ve otro factor: la sociedad.
ResponderEliminarSe vive en un país donde las clases sociales son notorias y muchas veces estas personas "de nivel superior" son las que cometen atrocidades como por ejemplo en los colegios, se dan muchos casos de depresión en los adolescentes y esto como consecuencia de que sus propios compañeros de clase, lo maltratan psicológicamente.
Si no perteneces a sus mismos círculos sociales, si no tienes dinero o simplemente no eres "bonito" te desprecian y te tratan como alguien inferior a ellos. Si este fenómeno no se acaba, no esperemos que el parricidio acabe.
Ahora como puede existir esto en un país donde todos compartimos los mismo orígenes, la misma cultura, donde todos somos peruanos. Esperemos algún día la sociedad deje de ser tan egoísta y aprendamos a aceptar a todos tal y como son, las personas valen por lo que tienen dentro.